C”

Pino negro, 1,05 × 1,05 × 0,70 m · 35 kg

Esta forma no fue impuesta: fue revelada.

Cada pliegue, cada curva, ya habitaba en la madera mucho antes de cualquier intervención. Solo hacía falta tiempo, manos, y escucha.

“C” nace del gesto de acompañar, no de transformar. Es el resultado de años de trabajo manual, paciente, siguiendo el ritmo interno de la materia. No hay atajos. Solo la voluntad de no apresurar lo que aún no está listo para mostrarse.

Durante todo ese tiempo, mis manos no buscaron crear, sino entender. Siguiendo el flujo del xilema (el lugar donde el árbol guarda su memoria) fui desentrañando su historia. Lo que ahora se muestra es un testimonio, no una invención.

Cada surco contiene compromiso. Cada relieve, adaptación. Cada pliegue, el eco de una resistencia.

“C” es la forma del tiempo cuando se respeta.

La forma del esfuerzo cuando no necesita testigos.

La forma de lo que, aún herido, decide seguir.

TU MARCA

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